Los «mentideros» medievales han encontrado en la digitalización su paso al futuro. Así, Internet y las redes sociales recogen toda clase de opiniones e información, pero también bulos, ‘fake news’ y medias verdades. Y la seguridad vial no es una excepción.
Por ello, con la aprobación de la bajada del límite de velocidad en las carreteras convencionales a 90 km/h, han reaparecido multitud de «falsos mitos»…
«La medida de reducir la velocidad solo tiene afán recaudatorio»
Solo por criterios de seguridad
La reducción del límite de velocidad en carreteras convencionales a 90 km/h responde exclusivamente a criterios de seguridad y está soportada por recomendaciones de las principales entidades dedicadas a la seguridad vial en Europa. Por ejemplo, el informe «Velocidad y Riesgo de Accidente, realizado en 2018 por la OCDE y el Forum Internacional del Transporte (ITF) señala textualmente que «con más altas velocidades de conducción, el número de accidentes y su severidad crecen desproporcionadamente» y, además, el aceptado modelo Nilsson, explica que una subida del 1% en la velocidad media implica un crecimiento del 2% en la frecuencia de accidentes con víctimas, del 3% en los accidentes graves y del 4% en los accidentes mortales. Igualmente, dicho informe confirma que una reducción de la velocidad media de 5 km/h en vías interurbana reduce un 28% los accidentes mortales. De hecho, el mismo informe recomienda un límite de 70 km/h para las carreteras sin separación de los sentidos. Además, según datos del departamento de Transportes del Reino Unido, con accidentes reales, mientras que a 48 km/h hay un 3% de riesgo de morir a 80 km/h el riesgo sube hasta el 65% y a 96 km/h, al 92% Por otro lado, España (391) tiene la mitad de cinemómetros móviles que un país de tamaño similar como es Francia (787) y menos del 20% de cinemómetros fijos y un tercio de los radares de tramo. Si comparamos en número de radares de España y Reino Unido (excepto Escocia), los 905 de España parecen pocos frente a los 7.200 británicos. Estas cifras parecen ser contrarias a la acusación de voracidad recaudatoria.
Continuara…
Fuente: Revista Tráfico y Seguridad Vial