Partiendo de la base de que todas las opiniones son respetables, existen multitud de estudios y argumentos (*) que ponen en evidencia cada uno de los puntos en los que se basa dicha plataforma.
Uno muy interesante es el que realizo la Fundación Mapfre y que puedes leer AQUI. De donde se desprende que una reducción del 1% en la velocidad media del tráfico supone una disminución del 2% de los accidentes con lesiones, del 3% de los accidentes con lesiones graves y de un 4% de los accidentes mortales.
*Además de unas simples nociones de física… «La energía ni se crea ni se destruye».
La energía cinética es la que posee el coche (y sus pasajeros) por el simple hecho de esta en movimiento, si este movimiento se detiene bruscamente (impacto), esa energía habría que «gastarla». Cuanto mayor sea la cantidad de energía a disipar, peores serán las consecuencias del accidente.
E = 0,5·m·v²
La energía cinética del vehículo no depende linealmente de la velocidad, sino cuadráticamente. Esto significa que al doble de velocidad le corresponden cuatro veces más de energía, al triple, nueve veces más, y así sucesivamente, por lo que en todo caso un incremento de la velocidad conllevaría necesariamente un aumento de la gravedad de los accidentes.