Con el objetivo de ahorrar energía existen sistemas de iluminación con sensores de presencia, que se ponen en marcha cuando detectan movimientos. Esta tecnología es muy habitual, por ejemplo, en pasillos de hoteles o en los lavabos de establecimientos de restauración. Y ahora está en fase de pruebas en una carretera de Noruega. Este país nórdico ha instalado farolas inteligentes en un trazado de 9 kilómetros en la localidad de Hole. Cuando la vía no está transitada, las luces led funcionan al 20% de su potencia. Y aumenta hasta el 100% cuando los sensores que equipa el poste detectan que se acerca un vehículo o un transeúnte. Una vez el peatón o el vehículo pasan de largo, la intensidad de la iluminación vuelve a atenuarse automáticamente.
(vía revista DGT // Bjørn Nyland)
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